El proceso de pintura de Alaa se centra en construir capas, trabajar con óleo para sumar, restar y desenfocar. La mayor parte de su trabajo está inspirado en recuerdos, historias e incluso eventos, con el objetivo de crear su propia mitología, un medio para reconectar su narrativa personal con la memoria colectiva. Está profundamente interesada en las relaciones humanas y le gusta observar a las personas y escuchar sus historias. Atraída por la calidad pictórica de los colores creados por las viejas cámaras de cine, la iluminación amateur, así como las posturas informales de las figuras, recopila diversos elementos como fotos antiguas, cartas, cintas, negativos, etc. Estas imágenes diversas crean colectivamente un elenco de personajes y una narrativa de la que sacar provecho.