Mis trabajos surgen de la necesidad de traducir la reflexión sobre la materia y la antropología en objetos físicos. Delibero sobre las respuestas del ser humano al entorno y la relación interpersonal en la línea de tiempo; una meditación individual desde lo atávico, centrada en provocar una futura reflexión colectiva.
Trabajo con tierra, piedras, palos y cerámica. Esto, en medio de la era digital, alivió la necesidad personal de contacto con lo real y lo material. La combinación con elementos y procedimientos contemporáneos me ayuda a potenciar el anacronismo pretendido de mis obras. Subvertir la cronología y alternar materiales me permite crear una arqueología del presente y del futuro.
Sintetizo mis preguntas sobre el tiempo, la materia y el ser humano en esculturas e instalaciones.