Maryam Mohry (1979 Teherán) vive y trabaja en Teherán. Impulsada por una sensibilidad ingenua y un sentido del sarcasmo, lo que destaca en las obras sobre papel de Maryam Mohry es la calidad narrativa de sus dibujos y su pasión por sumergirse por completo en el proceso de creación y experimentación. Aprovechando la calidad translúcida de la acuarela y evitando aplicar capas gruesas de pintura, encuentra que la acuarela y el gouache son los mejores para crear historias impulsivas y plausibles. Desde la infancia, la artista ha tenido la costumbre de hacer recortes de los libros de sus hijos para hacer sus propias versiones de la historia; un hábito que ha mantenido al hacer bocetos y estudios para sus obras desde entonces. También es una escultora talentosa, al tiempo que aborda las preocupaciones ambientales, mantiene un sentido de alegría tanto en sus dibujos como en sus esculturas suaves. Y al ofrecer notas de extrañeza caricaturesca en las expresiones humanas de sus personajes, mantiene el "juego" de contar historias conectado en todas sus obras.