Red Komar

Sus artistas favoritos son Marc Chagall, Salvador Dalí, Edvard Munch, Aaron Bohrod, Masaaki Sasamoto, Steven Wilhelmina e Ian Sklarsky.

Es muy difícil destacar a alguien más importante para ella. Admira a muchos, y cada uno de ellos ha contribuido a su percepción artística.

En cierto momento de su vida, se dio cuenta de que ve las cosas de manera diferente. Lo que ve con sus propios ojos se rompe en una increíble variedad de pequeñas partículas, mezcladas con emociones y sensaciones, fusionándose en algo completamente nuevo e increíble. Se dio cuenta de que esto no se puede mantener dentro de ella y recurrió a lienzos y pinceles. Quiere que sus pinturas se conviertan en una guía para los espectadores, una guía que les ayude a experimentar un mundo desconocido que no se puede ver a simple vista ni sentir en nuestra rutina diaria. Sí, por supuesto, todavía tiene muy poca experiencia, y en esta etapa, no posee capacidades técnicas relevantes para retratar completamente los eventos de una manera que le gustaría que los espectadores los vieran, pero tiene un deseo muy fuerte de crecer profesionalmente para alcanzar nuevos horizontes artísticos. Los nuevos conocimientos y experiencias proporcionan un flujo ilimitado de energía. Mientras pinta, una misteriosa nube la envuelve y parece que se funde con su pincel. Da la sensación de que no solo está pintando, sino transfiriendo su conciencia y pensamientos a un lienzo.

Cree que sus pinturas son capaces de transmitir a los demás una nueva visión de nosotros mismos, de nuestras emociones y del mundo en el que vivimos. Esto nos ayuda a entender que no existen límites reales y que algo bello está presente en absolutamente todo lo que nos rodea.

Admira muchas cosas, muchos artistas, figuras literarias y músicos, pero una simple bocanada de viento, una flor marchita o un resplandor en adoquines húmedos después de la lluvia también pueden inspirar. Literalmente, es suficiente cerrar los ojos y tomar un respiro para ver la perfección en el vacío.