En la obra de Sara Badr Schmidt, el espejo y sus reflejos se convierten en el corazón de una línea de razonamiento con un doble significado. Representan la realidad en todas sus transformaciones, a la vez que nos invitan a reflexionar sobre el valor del tiempo a medida que se evapora. En su doble sentido léxico, ‘Reflexión’ se presta a una dualidad de interpretación. De esta manera, el juego del artista multiplica las perspectivas hasta el infinito y rompe el límite entre la verdad y la posibilidad, desafiando las categorías temporales (pasado, presente, futuro) y barajando las cartas sobre la mesa de las percepciones sensoriales. (Chiara Gatti, crítica de arte)
Sara Badr Schmidt es una artista visual de origen sueco y libanés que vive en París. La diversidad de sus antecedentes se refleja en su arte, que se centra principalmente en la cuestión de la convivencia cultural y las complejidades de la identidad territorial. Buscando provocar un diálogo, una emoción, con el observador, sus obras hablan de conexión, enriquecimiento en la diversidad, interacción, tanto en sus mensajes como en sus formas, mezclando diferentes géneros, materiales y técnicas.
Para Sara Badr Schmidt, el arte se inspira directamente en la vida y el mundo real, los modifica y, a su vez, es modificado por ellos. Sus composiciones textiles, instalaciones, pinturas y obras en general reflejan esta visión, traducida conscientemente de una manera poética para conducir intuitivamente a la reflexión personal.
La práctica artística de Sara Badr Schmidt fusiona varias técnicas y medios. Sus creaciones combinan imágenes y textos, luz y texturas, sonido y tacto. Le interesa la convivencia de culturas, las complejidades no resueltas de la identidad territorial, la esencia sociopolítica del lugar y la aspiración a la convivencia pacífica entre los pueblos, trascendiendo fronteras.
Sus proyectos desafían la noción convencional de fronteras al tiempo que celebran el enriquecimiento que resulta de la interacción de diferentes culturas.
Ofrece una reflexión contemplativa sobre el impacto de las fronteras geográficas y la compleja relación de la humanidad con el medio ambiente. Sus obras ilustran vívidamente la dura realidad y el absurdo inherente de estos límites, destacando los límites del cuerpo humano en relación con su entorno, lo que provoca una profunda contemplación del lugar y la pertenencia. En una fusión armoniosa de poesía y política, el arte de Sara Badr Schmidt se esfuerza por capturar la compleja danza entre la belleza y la tragedia, ofreciendo una perspectiva única sobre estos aspectos fundamentales de la existencia humana.