Desde 09/10/2019 Hasta 21/01/2020
La primera exposición individual de Carlos Cruz-Diez después de su reciente muerte tendrá lugar en la Galería de Arte Dep en Milán a partir del 9 de octubre.
Abierta hasta el 21 de enero de 2020 la exposición “Carlos Cruz-Diez. Colore come evento di spazi”, en colaboración con Articruz, trazará los principales pasos del viaje del artista franco-venezolano a través de dieciséis grandes obras, destacando la originalidad de su investigación, con obras de cinco de sus series más significativas: Couleur Additive, Physichromie, Induction Chromatique, Chromointerference, Couleur à l'Espace, así como una obra interactiva adaptada específicamente para los espacios de la galería milanesa: Pyramide d' Interferences Chromatiques (2018).
Considerado uno de los principales exponentes de la cinética y el Op-Art, se estableció como uno de los principales pensadores del siglo XX en el campo del color, y sus obras de arte se encuentran en los museos más prestigiosos del mundo, como el MoMA Museum of Modern Art en Nueva York, Tate Modern en Londres, Musée d'Art Moderne de la Ville de Paris y Centre Georges Pompidou en París, Museum of Fine Arts en Houston y Wallraf-Richartz Museum en Colonia.
El título de la exposición, “Colore come evento di spazi”, recuerda la base de la investigación de Cruz-Diez, centrada, desde la década de 1960, en la investigación perceptiva del color visto no como el elemento de una obra de arte sino como un evento real.
Por ejemplo, las obras de la serie Couleur Additive -en la exposición con algunas otras obras importantes como Color Aditivo Yuruani (2017, cromografía sobre aluminio, 80x240 cm) – se basan en la radiación del color: cuando un color interactúa con otro, aparece una línea vertical más oscura en el punto de contacto. Esta línea virtual genera un tercer color que no ha sido puesto por el artista.
El color se convierte en objeto de una investigación óptico-cinética declinada no sólo en la superficie visual sino en el espacio físico y concreto de la experiencia sensorial. Como recuerda Francesca Pola, autora del ensayo de catálogo, ya en 1963 el artista describió su Physichromie -uno de los núcleos principales de la exposición- según esta clave: “La Physichromie -estas estructuras cambiantes que proyectan el color de la superficie en el espacio, crean una atmósfera que varía con la intensidad y la posición de la luz, con la posición y la distancia del espectador- reúne tres modos de color, tocando estados emocionales casi obsesivos: adición, reflexión, sustracción”.
Además, Couleur à l'Espace, de la que se exponen aquí dos obras, forma parte de los experimentos que Cruz-Diez realizó sobre el color irradiado desde 1959. Al colocar una barra de metal en la superficie multicolor, emerge un espectro de nuevos colores, luego el observador puede "crear" y transformarlo de forma autónoma moviéndose en el espacio y cambiando las condiciones de luz.