Un punto azul pálido

Panel de óleo sobre lienzo.

A veces imagino un espacio que existe más allá de las dimensiones perceptibles; más allá de un tiempo que se dobla en la dirección marcada por la gravedad y la entropía. Un espacio en el que las dimensiones circulares se volverían macroscópicas. Aquellos que habitaban allí podían vagar libremente a través de ellos, como orbitales conscientes de sí mismos gobernados no por el aquí o el ahora, sino por el principio de incertidumbre. Tal vez condensados superfluidos con propiedades cuánticas que, como los propios dioses, son capaces de verlo todo. Y me imagino lo que sería ser capaz de hablar con ellos, como tantos otros antes que yo. ¡Qué grandes historias podrían contarnos! Este proyecto es mi carta a las estrellas, pidiendo con la mayor educación, a quien pueda recibir este mensaje, que me enseñen a ver, a percibir la verdad de la materia y el tiempo, del espacio y su topografía, que me tomen de la mano (si tal cosa es posible) y me muestren lo que tal vez nadie, ni siquiera yo mismo, está dispuesto a entender.