Amorfosis

Bilbao, España. 1971. Más allá de la fotografía documental de la arquitectura y la industria, y afirmando el factor de dilución y transmutación de la realidad que se asocia a la representación fotográfica, Aitor Ortiz trabaja con el espacio, la arquitectura y el objeto como elementos de partida a una serie de incógnitas visuales y cognitivas. Su interés es persistente por plantear una serie de dilemas entre representación e interpretación (percepción) y establece una relación entre el contenido de sus imágenes, las propiedades físicas de los materiales sobre los que reproducen sus obras y su posición en el espacio expositivo. Por lo tanto, Aitor Ortiz intenta establecer un amplio espectro de trabajo y relaciones entre los lugares fotografiados, los mecanismos conscientes e inconscientes involucrados en el proceso de manipulación de la imagen: el ojo (interpretación, encuadre, contextualización,...), la cámara (enfoque / desenfoque, distorsión óptica, transmisión de movimiento,...) y el cerebro (las limitaciones de un dispositivo imperfecto en la interpretación de datos y habilidades empíricas: experiencia, asociación de conceptos ...) que culminan en el espacio expositivo, donde la experiencia física trasciende nuevamente el contenido de sus fotografías como parte de un proceso de interacción constante entre la representación y la percepción del espectador.