Ana Teresa Barboza (Lima, 1981) utiliza el tejido y otras técnicas artesanales tradicionales para transmitir una contemplación meditativa y poderosa de todo lo que la rodea. Inicialmente, su trabajo se centró en la conciencia del cuerpo humano, representándolo como una estructura segmentada, reensamblada y decorada a través de la costura y el bordado para reflexionar sobre su relación con los demás. Más tarde, su enfoque cambió al entorno, concentrándose en los lazos que la conectan con los demás. Su trabajo evolucionó para adquirir un carácter más social, abriéndose a reflexiones sobre la transformación de la naturaleza y la relación o contacto entre los humanos y el mundo natural. Utiliza el bordado y el tejido para establecer paralelismos entre el trabajo manual y los procesos naturales, creando estructuras de hilos similares a las producidas por las plantas, por ejemplo. Algunas piezas simulan experimentos dirigidos a reordenar la naturaleza, animándonos a reconsiderar cómo la vemos. Su trabajo actual busca volver a aprender del trabajo de los artesanos para reconectarse con los procesos manuales y corporales a través de los cuales se ha formado el patrimonio, la cultura y las imágenes, resaltando las huellas que deja el cuerpo y la naturaleza dentro de ellos. Graduada de la Facultad de Arte, ha participado en exposiciones individuales y colectivas en América del Sur, América del Norte y Europa y ha ampliado sus estudios y completado residencias en París, Taipei, Ginebra, Lima y España. Durante 2022 ha sido seleccionada para la Bienal de Paiz (Guatemala), la Bienal de Sydney (Australia) y la Bienal de Cuenca (Ecuador) y ha realizado una exposición individual en el Malba, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires