Tombant Coralien

Pintora autodidacta, se lanzó al mundo de la creación tras una vida como profesora en la que transmitió su pasión por las artes a sus alumnos. Nacida en una familia de intelectuales que viajaban mucho, con un padre amante de la literatura y una madre apasionada por la arqueología y la historia del arte, creció en un entorno multicultural. Los recuerdos de una joven que pasó junto al mar entre Marruecos y España, así como la práctica del buceo en lugares paradisíacos, dictan sus elecciones. El olor del rocío marino, el sonido de las olas, el murmullo del agua en las conchas y el fondo del océano la inspiran tan pronto como sostiene un pincel y se impone la elección del acrílico diluido con tinta India para encontrar los colores y las transparencias. Las sedas, los destellos de cobre y el oro cincelado de las joyas en los mercados orientales se esconden en los gráficos y el pan de oro que salpican sus obras.