Series interiors #2

Gavino Piana nació en 1953 en Sorso (Sassari - Cerdeña), donde vive y trabaja.
Como autodidacta, se apasionó por el arte a una edad temprana. Las primeras pinturas son los paisajes de su Cerdeña.
Las obras recientes son cronologías de experiencias singulares. Un mundo que parece vivir en la ausencia del hombre, en el que se percibe su pasado. Con discreción, ofrece narraciones constantes que son evidentes para quienes han seguido su evolución. Hoy, como ayer, exalta una lectura sociológica que conecta la mirada y la desigualdad social.
Ayer un niño revoloteó su cometa de esperanza en el aire del campo de refugiados, como un sello de dolor indefenso. Las habitaciones desnudas, pasillos y puertas, ventanas que dirigen luces y sombras y, por sustracción o adición del espectador, resaltan detalles específicos.
Los cálidos paneles del estudio de un profesional, cuya ventana da a los techos, le permiten mirar hacia el mundo exterior y, por reciprocidad, echar un vistazo al interior. Detalles de época que son cronologías de una experiencia: antiguas camas de hospital, radiadores de hierro fundido, muebles, manchas húmedas y moho en las paredes.
Taller de artistas, geometrías fuertes: lienzos para pintar, la pintura que cuenta el lienzo desnudo para contar una historia. Luego, secuencias de industria: plantas en desuso que se convierten en paisaje; la cueva de producción de una forja que hoy es impensable: el hombre reemplazado por la robótica.
¿Por suerte? ¿O expropiado de sus habilidades como homo faber, Prometeo despojado de delirio?
Una narrativa que incluye la mirada externa en la narrativa de la imagen, invitándola a buscar detalles que caracterizan estos ambientes abandonados. En las simetrías del cuadro -una habitación, una cama, una sábana, una ventana- perduran fantasmas y sufrimientos. Las presencias se ciernen, para ser presenciadas. La mala dirección cronológica, que en una edad madura lleva a repensar la vida vivida: la riqueza de experiencias, recapacitaciones, correcciones, complicidades, y uno se pregunta si siempre ha habido diligencia y buena fe. Es un saber a través de metáforas pictóricas, un cuestionamiento a través del rasgo artístico. La continua excavación interior es una narración a través de detalles de un universo que la imagen resalta: en ese lecho de ayer está el sufrimiento de los que fueron huéspedes.
La mirada pictórica es severa, selectiva, crítica, consciente, ética, empática.