Untitled 1, Tbilisi

El retrato de los lugares

Luca Battaglia es un arquitecto y fotógrafo italiano nacido en 1970 que vive y trabaja en París, Francia. Luca conoció al fotógrafo italiano Gabriele Basilico en Milán cuando se preparaba para convertirse en arquitecto. Al final de una conferencia, un intercambio personal con el hombre que nunca dejaba de describir la ciudad moderna agudizó la mirada de Battaglia. Hasta la muerte del fotógrafo en 2013, los dos hombres se cruzaban regularmente en proyectos en los que obviamente documentaban la arquitectura de una manera diferente. Luca Battaglia es ahora un arquitecto establecido. Con una amplia experiencia en Yves Lion y Renzo Piano, ha sido uno de los socios fundadores de la agencia Fresh Architectures desde 2007. Sin embargo, nunca ha “colgado” la cámara que lo ha acompañado desde su adolescencia, impulsado por la necesidad de expresar su práctica arquitectónica de una manera diferente. El arquitecto endereza y dobla los planos de su proyecto para hacerlos tangibles. Así, siempre que puede, Battaglia recorre la ciudad en busca de estos pliegues que dan vida a estas fachadas, cuya yuxtaposición compone un entramado tanto como una textura urbana. De Nueva York a París, de Londres a Berlín, el arquitecto-fotógrafo rastrea el encuadre que, una vez revelada la imagen, juega con la percepción de la realidad. Además, nunca se muestra la presencia humana o incluso el terreno, ya que Battaglia prefiere tender hacia una cierta abstracción de la representación. A menudo cuestiona un pliegue imaginario ya que las tomas subrayan la simetría casi perfecta de los edificios elegidos. Como un rostro humano embellecido por sus ligeras imperfecciones, estas arquitecturas aparentemente perfectas se vuelven incluso más notables si algunos detalles perturban su axialidad absoluta: el Grand Palais en París, el Duomo y La Scala en Milán, la estación de metro Ground Zero en Nueva York... Las arquitecturas aquí son muy identificables y la imagen se vuelve aún más llamativa. Tal vez todos ya han estado en estos lugares sin siquiera darse cuenta del pliegue imaginario que el arquitecto ha buscado enfatizar. Una vez más, la búsqueda de un punto de vista ideal es todo lo que se necesita para sacar a relucir la magia del dibujo.