Este expresivo paisaje está dominado por una serena extensión de frescos tonos azules, impregnados de una sensación de inquieta anticipación. Las pinceladas texturizadas y enérgicas crean una atmósfera vibrante, es como si el cielo mismo respirara con inquietud, preparándose para la tormenta que se aproxima. Los reflejos brillantes en las copas de los árboles contrastan con las siluetas oscuras y austeras de las flores en primer plano, lo que intensifica la sensación de tensión.
La tierra, que brilla con tonos dorados y rojizos, parece disfrutar de la última luz antes de ser envuelta por el siniestro torbellino del cielo. Los árboles altos y esbeltos y las flores resistentes parecen frágiles pero firmes, como si la naturaleza se enfrentara a la fuerza inevitable de la tormenta con un desafío silencioso.
"Antes de la tormenta" no es solo una representación de la naturaleza, sino un estado emocional, que transmite ansiedad, anticipación y un cambio inevitable. Es una pintura que invita al espectador a hacer una pausa, escuchar el silencio ante el caos y sentir la fugaz fragilidad del momento.
Acrílico sobre lienzo, superficie barnizada.