Corona I

Paul Brach impulsó el arte estadounidense a través de sus propias contribuciones como expresionista abstracto, minimalista, educador de arte y valioso mentor. Brach creció montando a caballo y trabajando en ranchos, experiencias que influyeron en su trabajo a lo largo de su carrera. Mientras estudiaba en la Universidad de Iowa, Brach fue llamado al ejército y sirvió como soldado de infantería durante tres años de la Segunda Guerra Mundial. Después de completar su educación artística formal y su primera experiencia docente en el Medio Oeste, Brach regresó a Nueva York con su esposa, Miriam Schapiro.

Brach frecuentaba el famoso Cedar Bar y rápidamente se asoció con el expresionismo abstracto de segunda generación, tanto social como a través de sus propias pinturas pictóricas y enérgicas. Brach comenzó a mostrar con Leo Castelli, un amigo cercano, cuando su galería abrió en 1957 para albergar varias exposiciones individuales y colectivas, incluyendo a Brach junto a algunos de los artistas más importantes de su generación. En 1967, Brach se mudó a San Diego, aceptando la oferta de ser presidente del nuevo departamento de arte de la UCSD. Dos años más tarde, Brach se trasladó al Instituto de Artes de California (CalArts), como el primer decano de su escuela de arte. Integral al programa, Brach reunió a una increíble facultad que incluía a Allan Kaprow, Nam June Paik y Miriam Schapiro y creó el ambiente que permitió a artistas como David Salle, Eric Fischl y Jack Bloom florecer. Junto con el renacimiento educativo que Brach estaba liderando, su práctica de estudio avanzó para abrazar el minimalismo, sus pinturas eludiendo el expresionismo exuberante en favor de paletas sutiles y composiciones tranquilas, celebrando los sellos distintivos del formalismo de la costa oeste. En 1975, Brach regresó a Nueva York y se retiró de la enseñanza poco después para pintar a tiempo completo.