What a Time to be Alive

Las influencias musicales de Thomias Radin y sus antecedentes como bailarín se hacen visibles en su escurridiza pincelada y gesto performativo, que entiende como un proceso creativo holístico: "Pinto como bailo. Me muevo y siento con una libertad de expresión intuitiva, utilizando múltiples lenguajes corporales para estar en sintonía con la música de la pintura ".
Sus obras se asemejan a construcciones rizométricas de experiencias personales, mitologías caribeñas y enredos políticos que conectan su lugar de nacimiento Guadalupe (1993) con su Francia de adopción posterior. Desde 2019, reside en Berlín, donde se introdujo en la escena del arte con una exposición individual en SAVVY Contemporary. (Las exposiciones en KINDL - Center for Contemporary Art y Galerie Wedding seguirán a finales de este año). Las pinturas recientes de Radin se vuelven más coloridas y complejas. Sus figuras, dibujadas en poses dinámicas, aún bailan sobre el lienzo, pero parecen desaparecer bajo vastas áreas de color como si se estuvieran deslizando hacia otro tiempo o esfera. Un monólogo interior íntimo y crítico sobre el conocimiento intuitivo por un lado y las expectativas sociales de sus diversas relaciones culturales con el mundo por el otro. La presentación de sus obras se complementa con tres tambores octogonales construidos a medida en madera de roble. Una vez más, una invitación a escapar de este mundo y pasar a otro estado de conciencia a través del ritmo y el éxtasis.