O.T. (cadmium orange)

Después de asistir a la escuela secundaria de artes liberales en su ciudad, en 1980 se mudó a Stuttgart y se matriculó en la Staatliche Akademie der Bildenden Künste (Academia Estatal de Bellas Artes); al año siguiente decidió también asistir a clases de Historia del Arte en la Universität Stuttgart, la universidad pública de la ciudad, donde se graduó en 1985. Al finalizar la academia en 1986, se le dio la oportunidad de organizar su primera exposición individual ya en 1987 en Stuttgart. Si durante sus estudios su investigación se centró en una noción amplificada de la pintura (él mismo escribió, "toda pintura es también un objeto"), esto se hace evidente a partir de sus obras a partir de la década de 1980, donde se destaca de la experiencia académica más clásica: se eligen materiales alternativos al lienzo para las superficies a explorar. A finales de la década de 1980, algunas obras se titulan Relief, que describe perfectamente su inclinación por la tridimensionalidad en su nueva producción. Entre 1990 y 1992 ganó tres becas, incluido un D.A.A.D. (Servicio Alemán de Intercambio Académico) en Nueva York, con el que pudo trabajar en proyectos más vastos y en piezas de gran venta.

Sus Faltungen (pliegues) se pueden fechar en 1990, y están hechos en aluminio pintado o acero, que se levantan de la pared y conquistan físicamente el espacio. Además de este ciclo, a lo largo de la década de 1990 abrió y cerró algunas series de esculturas como, por ejemplo, en 1992, las Islas, obras en acero que podrían describirse como secciones sólidas en un plano plegado. Los colores utilizados son casi exclusivamente primarios: el ejemplo de Mondrian sigue siendo bastante vivo e influyente en el artista, al igual que los minimalistas estadounidenses, como Frank Stella, además de, obviamente, el arte concreto. Wolfram Ullrich siempre especifica que estudió “pintura” y no “escultura”, y, tras su experiencia con las Islas, u otros ciclos como Ventana y Zona, sus obras vuelven a ocupar el espacio de la pared, aunque adquieren definitivamente cuerpo y peso. El material de elección es el acero; las obras, como explica el propio artista, se construyen literalmente ensamblando diferentes partes, un proceso a diferencia de la escultura, donde la sustracción es clave, por lo que materiales como la madera ni siquiera son concebibles.

A partir de 2000 comenzó a trabajar en formas simples, poliedros cerrados donde el color ocupa solo la parte superior, mientras que el lado, el grosor, deja expuesto el acero gris. Posteriormente, el número de estos "segmentos" aumenta, las perspectivas son más audaces y en 2014 nace la serie Orbit.
Los colores son vibrantes y las capas dan a las obras una textura suave y perfecta. Destacan contra las paredes, engañando los ojos y los sentidos de los espectadores. Incluso hoy en día, el artista sigue experimentando, llevando constantemente sus investigaciones un paso más allá: de la construcción a la percepción.